Un reciente estudio publicado en la revista Psychological Bulletin, de la Asociación Estadounidense de Psicología (y difundido en CNN), revela un hallazgo preocupante: el tiempo excesivo frente a las pantallas no solo está relacionado con problemas de comportamiento infantil, sino que puede ser tanto una causa como una consecuencia de estos trastornos. La investigación, basada en 117 estudios que analizaron a niños menores de 10 años y medio, muestra una conexión significativa entre el uso de pantallas y dificultades como ansiedad, hiperactividad, agresividad y depresión, especialmente en niñas.
¿CUÁNTO TIEMPO FRENTE A LA PANTALLA ES DEMASIADO?
Según el estudio, los efectos negativos empiezan a notarse incluso con pequeñas cantidades de exposición:
- Menores de 2 años: cualquier uso de pantalla, salvo videollamadas, puede ser perjudicial.
- Niños de 2 a 5 años: más de una hora diaria incrementa los riesgos.
- Mayores de 6 años: más de dos horas al día está relacionado con problemas socioemocionales.

El uso excesivo de pantallas no es solo una causa de problemas; a veces, es un síntoma.
Los videojuegos representan un riesgo especial. Los niños de 6 a 10 años que dedican mucho tiempo a estas actividades muestran mayor propensión a desarrollar comportamientos disruptivos y estados emocionales alterados.
LAS PANTALLAS COMO REFUGIO EMOCIONAL
Una de las conclusiones más sorprendentes del estudio es que muchos niños con problemas emocionales acuden a las pantallas como vía de escape, especialmente a los videojuegos. Roberta Pires Vasconcellos, autora principal del análisis, advierte que esto puede convertirse en un círculo vicioso: los niños con ansiedad o estrés recurren a las pantallas para sentirse mejor, pero ese hábito empeora su salud mental a largo plazo.
“El uso excesivo de pantallas no es solo una causa de problemas; a veces, es un síntoma”, afirmó Vasconcellos.
¿CÓMO REDUCIR EL IMPACTO DEL USO DE PANTALLAS?
La investigación ofrece recomendaciones clave para padres y cuidadores:
- Evita usar pantallas para calmar a los niños: esto impide que desarrollen habilidades de autorregulación.
- No permitas que gestionen sus emociones con tecnología: observa si tu hijo busca la pantalla cuando está molesto o retraído.
- Limita los videojuegos y redes sociales: muchos juegos online funcionan también como redes sociales, lo que aumenta la presión y dependencia.
- Establece reglas claras y utiliza controles parentales: configúralos en celulares y apps para restringir el tiempo y contenido.
Además, los especialistas recomiendan eliminar aplicaciones muy adictivas (como plataformas de streaming) y reemplazarlas por contenido educativo o positivo.
Decir “no” también es crianza responsable
Muchos padres dudan al establecer límites porque temen parecer injustos o demasiado estrictos. Sin embargo, expertos como la profesora Kara Alaimo —autora del libro Over the Influence— destacan que decir “no” cuando corresponde es una decisión necesaria para el bienestar emocional de los hijos.
“No siempre es fácil, pero nuestra labor como padres es proteger la salud mental de nuestros hijos, incluso si eso significa enfrentar berrinches temporales”, señala Alaimo. Asimismo, aconseja no ceder a presiones como “a mi hermano le diste un teléfono a esta edad”, ya que hoy se cuenta con más datos sobre los efectos nocivos de la tecnología.

Los niños con ansiedad o estrés recurren a las pantallas para sentirse mejor, pero ese hábito empeora su salud mental a largo plazo.
REPLANTEAR EL VÍNCULO DE LOS NIÑOS CON LA TECNOLOGÍA
El mensaje del estudio es claro: no se trata de eliminar por completo la tecnología, sino de usar las pantallas con responsabilidad y consciencia. Los padres pueden ofrecer alternativas atractivas: salidas familiares, campamentos, juegos de mesa o actividades físicas.
En tiempos donde la tecnología es omnipresente, aprender a establecer límites saludables puede marcar la diferencia entre un niño que depende de las pantallas para calmar sus emociones y otro que desarrolla resiliencia, autocontrol y bienestar emocional.