Las mafias dedicadas a la minería ilegal ya mueven miles de millones de dólares, y estarían listas para financiar miles de campañas electorales en 2026. El objetivo: capturar el poder político y proteger sus intereses.
Según el estudio ‘Tendencias y alertas 4 – Estimaciones de economías ilegales en el Perú’, con sus más de 4600 millones de dólares anuales, los mineros ilegales tienen capacidad económica para financiar hasta 2368 campañas presidenciales, 57 728 campañas congresales y más de 51 000 campañas regionales y locales.
César Ipenza, abogado especialista en Derecho Ambiental, sostiene que los mineros ilegales ya cuentan con una bancada multipartidaria en el Congreso, integrada por legisladores de Fuerza Popular, Avanza País, Perú Libre, Acción Popular, APP, Somos Perú, Renovación Popular y Podemos Perú. Ellos han impulsado o respaldado normas en beneficio de esta actividad.
Según Ipenza, el patrón es claro: infiltrar partidos, financiar líderes locales, manipular agendas políticas, y usar fundaciones, empresas fachada y donaciones para mover dinero sucio en las campañas.

En Pataz, la minería ilegal ha causado una espiral de violencia nunca antes vista en la región.
LE GANÓ AL NARCO
Ipenza advierte que en el 2026 los mineros ilegales podrían incidir en todas las etapas del proceso electoral: afiliación de operadores en partidos, selección y apoyo a candidatos funcionales a sus intereses, financiamiento de campañas a través de intermediarios y testaferros, influencia en el debate público y manipulación de encuestas y medios.
“Lo ocurrido con el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) es solo una muestra: con su bancada en el Congreso y aliados en gobiernos regionales, lograron frenar políticas más estrictas y ampliar plazos a su favor”, remarcó.
El abogado agrega que en la actualidad no existen mecanismos efectivos para auditar los aportes de campaña, rastrear el origen de los fondos ni exigir estándares éticos verificables a partidos y candidatos. La inteligencia financiera y la fiscalización electoral siguen siendo débiles.
“De no tomarse medidas urgentes, las elecciones de 2026 podrían consolidar la captura del Estado por las economías ilegales, desplazando la representación ciudadana por los intereses de las mafias”, puntualizó.